Historia de la máquina de coser
A principios de 1800, la ropa se hacía completamente a mano, las familias cosían los pantalones, camisas, zapatos y vestidos con una aguja e hilo. Pero en 1846, Elias Howe lo cambió todo, se le ocurrió otra manera de hacer ropa, patentó la primera máquina de coser práctica . La máquina de coser sobre la base de su invención original hizo posible la producción masiva de ropa en una escala mucho más grande de lo que había sido posible.
Las familias cosían los pantalones, camisas, zapatos y vestidos con una aguja e hilo. Sin embargo, Elias Howe lo cambió todo, se le ocurrió otra manera de hacer ropa y patentó la primera máquina de coser práctica en 1846.
En 1755, el inventor estadounidense Charles T. Wiesenthal, diseñó y patentó una aguja de doble punta para eliminar la necesidad de girar la aguja un poco con cada puntada. Henry Lye, de Filadelfia, obtuvo una patente de marzo en 1826, para una invención para coser cuero pero no se ha encontrado ningún registro exacto para saber con certeza los inicios de las máquinas de coser.
En 1830, Bartolomé Thimonnier de Saint-Etienne en Francia utilizó la aguja de doble punta, como la base para la primera máquina de coser de uso práctico. Se adjunta la aguja a una varilla de la rueda impulsada por la conexión que lleva a la aguja hacia arriba y hacia abajo.
En 1851, Isaac Merritt Singer, un maquinista de Boston, Massachusetts, introdujo la primera máquina de coser a escala para uso doméstico. La patente se publicó el 30 de mayo de 1854. Aunque las primeras máquinas Singer se basan en el concepto de Howe, más tarde se patentó el brazo rígido y una barra vertical para mantener el paño contra el movimiento ascendente de la aguja.
En 1856, el socio de Singer, Eduard Clark, comenzó con la venta a plazo de máquinas de coser. Poco a poco, el negocio fue creciendo, y en el año 1858 lanzaron un nuevo modelo, muchísimo más pequeño y liviano que el anterior, llamado “Family”. El negocio continuó con su crecimiento y expansión, abriendo fábricas en Europa, permitiendo que hacia el año 1875 la empresa ya fuese valorada en más de 13 millones de dólares, y que hoy en día sea el mayor fabricante de máquinas de coser.
Este gran desarrollo de la máquina permitió también el crecimiento considerable de la industria del vestuario y el calzado. Permitió además que las máquinas de coser comenzaran a especializarse para realizar tareas de confección más especializadas, por ejemplo, la fabricación de ojales.
Hoy en día las máquinas de coser, que ya cuentan con motor, pueden llegar a realizar más de 7.000 puntadas por minuto. Además es posible encontrar máquinas bastante especializadas en nuestros hogares, pudiendo realizar tareas como coser en zigzag, hacer ojales, bordar, coser botones, coser hacia atrás, etc.
En España el lanzamiento de las máquinas fue por los años 1920 donde comenzó a recorrer su larga historia.
La empresa pionera en España, Alfa, de máquinas de coser sigue creciendo y creciendo hasta la llegada de la guerra civil, pero tras varios años de intensa guerra en la zona todo se va al traste y hay que poner pies en polvorosa.
¿Te imaginas a día de hoy la costura sin una máquina de coser que te agilizara todo el proceso? ¿o serías capaz de hacerlo todo a la vieja escuela de aguja e hilo?
En la Mariposa de Hilo apostamos los dos métodos pero para procesos mucho más extensos sabéis que todos preferimos la máquina de coser, pero por ello no significa que no siga siendo importante la aguja y el hilo.
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